La otra parte del flechazo.
Que injusta me parecio mi muerte. Poco me costo darme cuenta, que no era el unico en tener este sentimiento. Aqui, como en la carcel donde todos los presos son inocentes, todos hemos sido llamados por equivocacion. Excepto los suicidas que vagan riendo libres, sabiendo que solo ellos han elegido el momento para su final.
En una de mis visitas, al lugar donde reposan intranquilos mis restos, paso junto a mi lapida el ser mas puro que habia visto jamas. Su alma gritaba al mismo tiempo que sus ojos lloraban. Arrastraba su pena y su tristeza, dejandose guiar por ella.
Con un soplo en su larga melena cobriza, logre atraer la atencion de su mirada, sobre la foto que exibe mi tumba a modo de morboso escaparate.
Fue un regalo para mis sentidos, notar el amor puro que me ofrecio incondicionalmente, y sin reservas. Entonces entendi el sentido de mi muerte. Mi destino era amar y ser amado sin la frontera de la muerte.
8 Comments:
Wowwwwwwww!!! ahora ya no suena tan terrible lo de la chica!
Me encantó.
Saludos
Que buen cuento, ahora me intriga mas la historia.
Que bueno, menos mal que se te había ido la musa, juassssssss
Jorge.
Me gusta saber que fue un amor correspondido también por él :)
poética visión nenya, perdona por mi silencio todos estos meses, un saludo grande
A mi también me encantó... como siempre
Hola, pase a ver si habian más historias, veo que todavia estamos disfrutando el flechazo.
Te dejo un saludo y mi deseo de que tengas bonita semana
Quizás la muerte sea incapaz de matar el amor.
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